Cuidados del perro anciano

El deseo de toda persona que convive con un perro es que viva el máximo de años posibles, pero cuando llegan a la etapa Senior o vejez, comienzan una serie de cambios en su conducta, en su físico y en su fisiología que en muchas ocasiones nos sentimos perdidos de cómo hacer las cosas con nuestro anciano perro.

Recordemos que los perros pasan por diferentes fases desde que nacen:

  • Fase Prenatal
  • Fase Neonatal
  • Fase de Transición
  • Fase de Socialización
  • Fase de la Juventud
  • Fase de la Adolescencia
  • Fase Adulta
  • Fase Senior

Hasta la fase de la Socialización, no cambian las edades en función del tamaño del perro, pero a partir de la Juventud sí lo hace, y en la etapa Senior también. Así que tengamos en cuenta a partir de qué edad aproximada nuestro perro puede considerarse Senior:

  • Razas Grandes: 7 – 8 años
  • Razas Medianas: 10 años
  • Razas Pequeñas: 12 años

Cuando nuestro amigo canino llega a estas edades, podemos ver en ocasiones que hay algunas cosas que van cambiando, tanto en su carácter, en su tolerancia, horas de sueño, enfermedades, etc.

En algunas ocasiones bien podríamos decir que nuestro perro está pasando por una segunda etapa de cachorro, necesitan lo mismos cuidados o incluso más.

¿Cuánto puede vivir un perro?

Aunque lo “normal” sea entre 9 y 15 años, hay perros que han vivido muchos más, como la ya fallecida Pastora Australiana que ha muerto con 30 años…sin duda la edad más longeva hasta el día de hoy.

¿Cuáles son los cambios más habituales que podemos apreciar en la etapa Senior?

 ALIMENTACIÓN

Es normal que un perro anciano coma menos cantidad de comida, por eso debemos de ir vigilando su peso y lo recomendable, es hacerle una analítica cada 6 meses para ir controlando que no coja anemia o déficit de nutrientes.

​Sería conveniente que no estuviera pasado de peso, no le conviene, ya que estaría forzando las articulaciones y sufrirían más de lo debido.

​Si por el contrario está más delgado de lo que debería, dale comida rica en grasas.

​Si ves que no bebe lo suficiente, intenta ponerle comida húmeda (si es natural mejor), y sino, puedes ponerle caldo en su ración de pienso.

​Siempre debe de tener agua fresca y limpia de fácil acceso y cerca.

​En algunas ocasiones puede que tu perro pierda los dientes o colmillos; tenlo en cuenta a la hora de ponerle su comida para no darle una que le cueste comer.

​Recuerda que si no hidratamos o alimentamos correctamente a nuestro perro anciano, pueden surgir problemas renales o de insuficiencia cardíaca, algo muy grave en la salud de nuestro amigo.

 PASEOS O RUTINA

Un perro anciano va a dormir mucho más que cuando era un jovenzuelo o un adulto sano y fuerte. Pero esto no quiere decir que no debas de sacarlo, de motivarlo y de intentar que siga teniendo estímulos mentales.

Eso sí, dependerá de sus articulaciones y salud en general, que tengamos que acortar los paseos, pero hacerlos más frecuentes durante el día.

Cada perro es un mundo. Hay perros con 12 años con una vitalidad increíble y otros con 8 que están muy deteriorados en sus articulaciones. Adapta los paseos al estado físico de tu perro.

Por ejemplo: un Mastín, Rottweiler, etc, con 8-9 años ya sueles verlos con dificultades articulares, en cambio un pastor, sobretodo razas como los Border Collies, Malinois y similares, puedes verlos con 10 años tan vitales como si tuvieran 6.

No sólo tienes que tener en cuenta los paseos por problemas articulares. Si tu perro empieza a tener dificultades para ver o escuchar, tienes que tener mucho cuidado para que estas salidas no le causen un estrés innecesario.

Tienes que tener mucha más paciencia, olvídate de tirones de correa o correcciones innecesarias.

Eres tu quien debe de adaptarse a la nueva etapa de tu perro, no él a ti.

​COMPORTAMIENTO

​Es indudable que el comportamiento de nuestro viejo amigo va a cambiar, has de tenerlo en cuenta.

Puede volverse más dependiente de ti, o justo lo contrario…más independiente.

También pueden aparecer “problemas de conducta” que antes no apreciábamos en él, como por ejemplo que empiece a tener ansiedad por separación cuando nos vamos de casa.

Hay perros que con la vejez se vuelven más inseguros, sobre todo si comienzan a perder la vista.

Evita cambios en la casa, en su rutina o en la tuya. Y si los hay, intenta que tu perro se adapte bien a ellos. Quizás te tome algo más de tiempo, ten paciencia.

Como he dicho antes, un perro anciano va a dormir más horas de las habituales hasta entonces, y es bueno respetarlas, pero ojo, ten cuidado de que no entre en una etapa de apatía, depresión o aburrimiento.

Como todo en la vida, debe de haber un equilibrio. No intentes hacer las mismas actividades de cuando tenía 4 años, pero tampoco dejes de hacerlo todo de golpe.

El aburrimiento lleva a la apatía, y la apatía a la depresión. Algo totalmente contraproducente siempre, pero en especial en esta etapa tan delicada.

Si tu perro es anciano, pero con vitalidad, disfruta de él mientras físicamente pueda.

Y ten en cuenta también que tu perro pueda tener demencia senil…y con ella cambios en su comportamiento.

Paciencia y respeto…pónselo fácil, evita el estrés en tu perro.

Si ves que de repente tiene comportamientos en casa diferentes a los que tenía hasta ahora, compréndelos y ayúdale.

Es normal que se vuelvan más gruñones y tengan menos paciencia con otros integrantes de la casa, sobre todo con otros perros y niños. Vigila esto último.

Los niños de la casa deben de respetar la etapa senior de tu perro, respetar sus descansos y no provocarle. Si tu anciano perro se pone refunfuñón, no le riñas; entiéndele y respétale.

Puede que le duelan los huesos, los músculos u otra parte del cuerpo, puede que no se encuentre bien, puede que no vea o escuche bien, etc. Debes de tener mucha tolerancia y darle su espacio.

También les cuesta más regular su temperatura corporal, tenlo en cuenta a la hora de preparar su zona de descanso.

 ENFERMEDADES

​Con el paso de los años no te extrañe que tu viejo amigo comience a tener dolencias o limitaciones físicas, así como alguna enfermedad.

Intenta acariciarle de forma frecuente para poder palpar alguna zona que le pueda doler, o si le ha salido algún bulto extraño, o algo que pueda desencadenar en dolencia o enfermedad.

Acude al veterinario con más asiduidad para hacerle revisiones periódicas.

Algunas de las dolencias o enfermedades más comunes en un perro anciano son:

  • Tumores
  • Sordera
  • Ceguera
  • Incontinencia
  • Quistes
  • Pérdida de dientes
  • Torsión gástrica
  • Displasia de cadera
  • Cáncer
  • Cirrosis
  • Artritis
  • Enfermedad renal
  • Cálculos
  • Enfermedades del corazón
  • Anemia
  • Hipotiroidismo
  • Hiperadrenocorticismo

Estas son algunas de las cosas que debes de tener en cuenta cuando tu perro entra en esta etapa dulce, pero a veces complicada.

Muchas personas se preguntan si es buena idea introducir un cachorro para que le haga compañía a nuestro anciano perro.

Y la respuesta es: depende.

Dependerá de la actividad que aún tenga nuestro anciano perro, de su estado físico y emocional, de su carácter, etc. Y también dependerá de qué tipo de cachorro queremos meter en casa.

Hay cachorros más activos que otros, y lo debemos de tener muy en cuenta a la hora de introducirlo en casa con un perro anciano. Puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Si tienes dudas, consulta con un profesional que pueda conocer personalmente al anciano, y te podrá asesorar sobre si es prudente o no, y si es así, ayudarte a elegir al cachorro adecuado para no estresar mucho al perro mayor.

Recuerda, como te he dicho antes, debes de incrementar tu dosis de paciencia, de tolerancia y de cuidados físicos con tu anciano amigo.

Y sobre todo disfruta de tu perro hasta el final de sus días.